En medio de una crisis de riesgos, que no creativa –no confundamos–, una etapa en la que los estudios recurren de forma reiterada y abusiva al reciclado de materiales, no resulta extraño que el propio Sam Raimi y Bruce Campbell –protagonista, además de productor de las originales junto a Raimi– se hayan embarcado en un remake que actualice, recuerde y, sobr todo, haga ganar al estudio una ingente cantidad de pasta. LEE LA CRÍTICA COMPLETA EN PREMIEREDIARIO.