«Cerrada su fructífera etapa de cine histórico, Juan de Orduña se embarcó en una aventura solitaria y de final incierto: poner en marcha una película musical. Pero en lugar de recuperar el espíritu folclórico de Benito Perojo y Florián Rey, Orduña apostó por recuperar el cuplé. El papel de protagonista de El último cuplé podría haber sido para Carmen Sevilla o Paquita Rico, pero ambas rechazaron el proyecto.
Orduña se empeñó entonces en contratar a una jovencísima cantante que por aquellos días triunfaba en México y en Estados Unidos, pero que apenas era conocida en España. Se llamaba Sara Montiel y ya había aparecido en un pequeño, pero intenso, papel en Locura de amor, también a las órdenes del mismo director. Nadie, salvo Orduña, creía en el proyecto. Por eso la producción y el rodaje fueron un sufrimiento continuo. No había dinero para pagar a la cantante que debía grabar las canciones de la película –según ha detallado muchas veces la propia actriz–, así que al final tuvo que ser la misma Sara quien las cantase. Ya en los últimos días de rodaje no hubo posibilidad de repetir las tomas, porque no quedaba negativo. Los problemas económicos le obligaron a vender los derechos a Cifesa por tres millones de pesetas. Una cantidad más que ridícula si tenemos en cuenta que durante muchos años se ha mantenido entre las películas más taquilleras de nuestro cine.
El último cuplé al que hace referencia el título de la película es el lugar en el que malvive María Luján, una gloria olvidada de la canción. En realidad, el guión –endeble y de escaso interés– sirvió para que Sara Montiel demostrase que era mejor cantante que actriz y así desglosar una buena parte del cancionero popular del género. Entre los momentos inolvidables, el de Fumando espero, en el que, con una actitud seductora y con un cigarrillo entre sus dedos, desgranaba lo que con el tiempo se convirtió en su sello personal. Curiosamente la canción pasó de puntillas por delante de la censura sin que apenas eliminasen más que dos líneas de una letra explícitamente atrevida y sensual».