Hollywood se empeña en imponer su ley, no sólo en cuanto a estereotipos, sino en cuanto actores. Su último y más enconado intento es convertir a Justin Timberlake en una estrella a golpe de taquillazo. Ahora, en Runner Runner, va de un universitario que busca dinero para pagarse la carrera. Un personaje que parece escrito a la medida del cantante por Brian Koppelman, autor, entre otros, de Ocean’s Thirteen. Atención al doblaje de Affleck, que no es el habitual y, sobre todo, a su cambio de registro, ahora de mafioso. Veremos. Y desconfiemos.
Ben Affleck de malo, Timberlake de bueno

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