El cine negro francés es inconstante, pero nunca indiferente. Julien Leclercq, a fuerza de recomponer casos reales para la pantalla se está convirtiendo en el Paul Greengrass del cine francés moderno, aunque quizá con sólo dos trabajos sea algo demasiado prematuro. Lo que sí es cierto es que su cine tiene acción, pulso y narración. Y con esos aires se nos presenta Gibraltar, un filme que en el mercado anglosajón se llamará The Informant, un título demasiado obvio aunque quizá más acorde para los mundos de Hollywood, donde las confusiones geográficas entre Alemania, España y Marruecos están a la orden del día.
Basada en la obra homónima de Marc Faviet, policía de aduanas reconvertido en novelista, Gibraltar indaga en la vida de Marc Duval, un francés expatriado en el Peñón y forzado a infiltrarse en el Servicio de Aduanas francés. Narcotráfico, delincuencia y, en definitiva, cine negro moderno basado en las propias experiencias del ex gendarme Marc Faviet.
Leclercq dirige a dos de los mejores actores de cine negro francés, Gilles Lellouche y Tahar Rahim, en una película que seguramente debería servirnos de ejemplo sobre el tipo de historias que también se pueden contar en España. No en vano, su título original es Gibraltar.
Su estreno, el 28 de marzo, casi seis meses después que en su país de origen.