No siempre lo que bien empieza, bien acaba. Que más o menos es lo que le sucede a Morgan, opera prima de Luke Scott, hijo del cineasta Ridley Scott, que ha cimentado su carrera a la sombra de su padre trabajando como director de arte en películas como 1492, la conquista del paraíso, y como operador de segunda unidad en su más reciente Exodus: dioses y reyes.
Morgan trata el tema de la inteligencia artificial de un modo estático, como un corte transversal –breve, tópico y lleno de elipsis– en el que el sujeto en cuestión, Morgan, ha cometido un acto terrible que puede tirar por tierra el trabajo de todo un equipo de científicos.
Luke se toma su tiempo para describir de un modo agradecidamente pausado a sus personajes. Algo así como una hora de metraje. Transcurrido ese periodo, comienzan a surgir las dudas y lo impredecible toma las riendas de un guión que hasta ahora se nos presentaba misterioso. Y es entonces cuando lo pausado se convierte en precipitado, lo misterioso en algo inexplicable y, lo que es peor, la acción en algo casi aburrido y no por predecible, sino por que todo sucede de una forma demasiado incomprensible, por mucho que se intente explicar en su giro final (giro predecible, todo hay que decirlo). Y es cuando, como espectador, surgen las dudas sobre qué hubiese sucedido si una trama semejante hubiese caído en otras manos. No hay respuesta. Morgan es lo que es: una ópera prima con un guión desigual -brillante en su arranque, desastroso en su desenlace- y un grupo de buenos actores que intentan definir a sus personajes con muy poco mimbres y que parecen haber prestado su cualidades por pura amistad paterna.
Quizá lo mejor de Morgan lo encontramos en su trailer, según dicen, el primer trailer montado por una inteligencia artificial: vamos que los productores pidieron a IBM Research que eligiese las mejores escenas de la película para montar el trailer. Y bueno, el resultado se puede ver aquí, aunque finalmente el trailer que podremos ver en España no es ese, sino éste.
Morgan se estrena el 16 de septiembre de 2016 en España.