El próximo proyecto de Tarantino –que ha dejado de ser futuro para convertirse en presente– se llama Once Upon a Time in Hollywood. Y como predice su título se trata de un ejercicio de metalenguaje: cine dentro del cine. El protagonista es Rick Dalton, un actor de westerns de televisión en horas bajas y su mejor amigo, su doble en las secuencias de acción, Cliff Booth. La pareja intenta abrirse camino como puede en un Hollywood en el que Dalton ya no conoce a nadie, por culpa de los vientos de cambio.
El director, habituado a trabajar con todo tipo de estrellas, se ha decantado esta vez por quienes protagonizaron sendas películas anteriores: así Leonardo Di Caprio (Django desencadenado) será Rick, el actor, y Brad Pitt (Malditos bastardos) su amigo del alma, el doble de acción Cliff.
Pero Tarantino quería más. Quería todavía más estrellas para interpretar a otras estrellas. Y lo que se viene es Margot Robbie (Yo, Tonya) que emulará a Sharon Tate (la primera esposa del director Roman Polanski, brutalmente asesinada por los seguidores de Charles Manson) o Damian Lewis (Homeland, Billions) que dará vida a Steve McQueen (excelente elección, por cualidades y por físico). A quienes se sumarán Burt Reynolds , Tim Roth, Al Pacino, Timothy Olyphant, Kurt Russell, Dakota Fanning, Emile Hirsch, James Marsden, Michael Madsen, Clifton Collins, Keith Jefferson, Nicholas Hammond y Julia Butters. Lo que se dice un firmamento de estrellas, unas menos caídas que otras, todas inversión segura y más que indiscutible para que Tarantino vuelva a conseguir dar el campanazo, al menos en taquilla.
De ella, cuyo estreno está previsto para 2019, tan sólo tenemos la primera foto que augura, eso sí, un look setentero muy apetecible.