Locas de alegría ha sido la película del año en Italia. O casi. Si tenemos en cuenta que ha conseguido llevar hasta las salas a más de un millón de espectadores. Está dirigida por Paolo Virzi –director también de El Capital Humano– y protagonizada magníficamente por Valeria Bruni Tedeschi, Micaela Ramazzotti y Anna Galiena.
Locas de alegría es la historia de amor y amistad que surge entre dos mujeres de un centro para pacientes con problemas emocionales, Beatrice, una condesa con ínfulas de grandeza y Donatella, una joven vulnerable con problemas de aceptación. Ambas se convertirán en muy poco tiempo en una especie de Thelma y Louise en busca de su destino. La historia deambula entre la ternura y la comedia, la que nos ofrecen sus protagonistas, dos seres emocionalmente inestables que intentan buscar un lugar en una sociedad que les ha dado la espalda, a cada una a su modo y manera. Destaca, en muchas ocasiones por encima del resto, la interpretación de Valeria Bruni Tedeschi, que aunque pueda parecer sobreactuada, en realidad utiliza todo su talento, que es mucho, para rendirse ante un personaje que busca el amor y el cariño de forma casi suicida.
Locas de alegría consiguió la Espiga de Oro en el reciente Festival de cine de Valladolid (Seminci), además del premio de interpretación ex-aequo para sus dos actrices protagonistas, y el premio del público.
Sensibilidad en el relato, empatía en sus personajes y perfección en las interpretaciones de esta comedia humana que se estrena en España el 17 de marzo.