El 16 de mayo de 2014, algunos, recordaremos que hace ya cinco años que nos dejó Antonio Vega. Podría extenderme durante párrafos y párrafos hasta convertir estas palabras en una oda infinita a quien fuera uno de los compositores y letristas más importantes de nuestra historia musical reciente. Antonio, así simplemente, fue un alma atormentada por la inmensidad y la complejidad del ser humano: sobre quién era él y de cómo nos veía a los demás. Sus canciones lo reflejan a la perfección. Pero además de tristeza, melancolía e incertidumbre, sus temas también hablaban de amor y de esperanza. Su voz y sus palabras, puede que sólo fueran una más entre otras mil. Pero a algunos se nos han quedado clavadas. Y su ausencia no ha hecho más que acentuar el dolor por la pérdida de un gran músico, incomprendido muchas veces, idolatrado otras, lleno de temores e inseguridades, y por supuesto de talento.
Ese día, el mismo en el que se cumplen 5 años de su ausencia, se estrena Antonio Vega, tu voz entre otras mil. Un documental en él se recogen detalles, anécdotas y momentos de su vida íntima que el escritor Bosco Ussía fue recopilando en cintas de casette para dar forma a una previsible biografía. Imperdonable no verlo. Casi tanto como perderse este mítico concierto que en 1980 dieron y que TVE tuvo el detalle de grabar. Eran otros tiempos. Musicalmente hablando.
Escinéfilo 