1968 fue un año crucial para Steve MacQueen. Había entrado en el olimpo de las estrellas de Hollywood. Sus dos últimas películas, El caso de Thomas Crown y Bullit le habían convertido en uno de los actores más deseados, más cotizados y mejor valorados. Estaba en la cima de su carrera. Era The King of Cool. Y eso le otorgaba un poder enorme. Steve ya llevaba tiempo planeando tomar las riendas de su carrera: quería producir e interpretar sus propios proyectos. Y ahora tenía tiempo, dinero y contactos. A nadie sorprendió que a principios de 1970 se embarcase en una odisea que cambiaría su vida y la de muchas personas: de algunos de sus mejores amigos, como por ejemplo el productor Robert E. Relyea, que nunca volvería a trabajar con Steve; el director John Sturges, que abandonó a mitad de rodaje, sustituido por un sumiso y desconocido Lee H. Katzin; el piloto David Piper que perdió una pierna en un accidente; el guionista y amigo, Alan Trustman, que jamás volvió a recibir una llamada de un estudio; y su esposa Neile Adams, que harta de sus devaneos amorosos durante el rodaje, se divorciaría de él un par de años más tarde.
Todo esto forma parte de The Man & Le Mans, una película dirigida por Gabriel Clarke (The Fight of Their Lives) y John McKenna (When Playboys Ruled the World), que se conforma como el retrato de una obsesión: la de un Steve McQueen adicto a la velocidad, a las motos, a los coches y a las carreras, el hombre que se propuso producir y rodar la mejor película de todos los tiempos sobre las carreras de coches: un ambicioso proyecto de millones de dólares que le traería a Europa para enfrentarse a ese monstruo llamado Las 24 Horas de Le Mans.
Construida con material proveniente de la propia película, intercalado con audios exclusivos del propio Steve McQueen y entrevistas con algunos de los protagonistas de aquella epopeya, The Man & Le Mans es un trabajo compacto, entretenido, vibrante, un documento único que desvela uno de los puntos de inflexión más importantes en la carrera de un actor, que moriría años después a causa de un cáncer de pulmón, provocado en parte, según él mismo explicó en su día, por los trajes de amianto utilizados durante las carreras de velocidad.
Sin duda uno de los mejores documentales del año, una película fascinante que los amantes del cine y la velocidad disfrutarán con la exquisitez de una joya, y que se estrena el 3 de junio de 2016.